domingo, 6 de febrero de 2011

Sensaciones.

La sensación de que te fracturas, te deshaces y luego de esparces cual polvo, te mezclas con el aire y dejas de existir...no dispongo de una mejor forma de explicarlo.

"Amor constante más allá de la muerte"

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora a su afán ansioso lisonjera;

Mas no, de esotra parte, en la ribera,
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas que humor a tanto fuego han dado,
Medulas que han gloriosamente ardido:

Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.


FRANCISCO DE QUEVEDO (1580-1645)

El primer cuarteto se refiere a la muerte, que en la mitología griega lleva al paso de la laguna Estigia en la barca de Caronte y es por eso que Quevedo dice en el segundo:

"Mas no, de esotra parte, en la ribera,
Dejará la memoria, en donde ardía"

que significa que el amor que siente no se quedará en el mundo vivo, sino que lo acompañará cruzando la muerte.

El primer verso del primer terceto se corresponde con el primero del segundo, y así sucede con el segundo y el tercero. Lo mejor de este soneto me parece, además del segundo cuarteto que he desglosado arriba, el último verso. No sé por qué, pero esa forma macabra de mezclar partes del interior del cuerpo con el amor me resulta muy curiosa...

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