lunes, 28 de abril de 2014
Pozos ajenos.
Tienes lo que te mereces. Por pesada, por insistente. Por meterte donde no te llaman. Ese sitio no era el tuyo. No era tu cabeza, no eran tus sentimientos. Asúmelo.
Esto que sientes adentro, te lo mereces. No puedes pretender llegar a tanta profundidad sin que te revienten los tímpanos.
Ahora, ahógate ahí dentro.
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